Share | 04/20/2017
Gracias al UAV «Argos Mini» de CATUAV y al sensor multiespectral RedEdge de la serie MicaSense, los asesores agrícolas están mejorando la gestión tradicional de la vid en uno de los viñedos más antiguos de España.
Grup Roqueta Origen mantiene varias bodegas y viñedos en España, produciendo vinos de alta calidad para mercados de todo el mundo. Su sede se encuentra en la región vinícola de Plà de Bages, Cataluña. Esta fue la región clave para la producción de vino durante el Imperio Romano, antes de que una plaga de filoxera (pulgón) destruyera muchos de los viñedos de la región. Estos viñedos permanecieron casi totalmente cubiertos de maleza hasta el siglo XX, cuando la comunidad comenzó a cultivar nuevas vides y a recuperar variedades tradicionales. En 2017, estos viñedos han producido algunos de los vinos más exitosos del mercado.
AgroMapping es una empresa de consultoría agronómica especializada en el análisis, la interpretación y el asesoramiento de datos de teledetección y agricultura de precisión. El Barcelona Drone Center (BCN ) colabora estrechamente con Roqueta Origen, sobrevolando el viñedo con su ala fija diseñada a medida. CATUAV, integrador de UAV y proveedor de servicios, colabora con AgroMapping en sus proyectos relacionados con la agricultura.
Para los viñedos, el momento oportuno lo es todo. Los vuelos se realizan normalmente cuando las uvas cambian de color y empiezan a acumular azúcares, un periodo llamado «envero» que se produce a principios de agosto en el Mediterráneo. Cuando los viñedos alcanzan esta fase, se considera que la canopia está en pleno crecimiento y, a partir de ese momento, las reservas se destinarán a la maduración del fruto y no al desarrollo del cultivo.
La adquisición de datos comienza tras una reunión en la que se ponen en común los conocimientos del piloto, la experiencia agronómica y las necesidades del viticultor, con el fin de definir el mejor plan de vuelo para obtener datos de la máxima calidad.
Tras el vuelo, las imágenes se cargan para visualizar y analizar los datos.
Aprovechando la alta resolución espacial que ofrecen las imágenes basadas en UAV, AgroMapping clasifica los datos para producir zonas de crecimiento homogéneas para cada variedad. Para la clasificación de los datos sólo se incluyen los píxeles de vegetación de viñedos. Esto es especialmente importante, ya que las diferentes variedades y años de plantación introducen ruido y variabilidad que no están relacionados con el estado de crecimiento o el estrés del cultivo.
Para proporcionar una prescripción agronómica sólida, las imágenes son validadas sobre el terreno por un equipo de técnicos bajo la dirección del Dr. Fran García-Ruiz, fundador de AgroMapping. Sólo después de la validación pueden aceptarse y/o reclasificarse los mapas para satisfacer las necesidades de los clientes y sus umbrales de gestión.
La clasificación es sólo el principio. AgroMapping ayuda a los viñedos a mejorar la producción analizando también las condiciones de cultivo estacionales, lo que a menudo implica realizar prospecciones sobre el terreno. El objetivo final es crear zonas de gestión a partir de mapas con variables agronómicas. Se trata de una forma eficaz de proporcionar no sólo datos, sino información que los agricultores puedan utilizar. El Dr. García-Ruiz prevé que estos mapas de campo se utilicen para diversas aplicaciones, como:
El futuro de esta tecnología se centrará probablemente en definir las propiedades de calidad para ayudar a los vinicultores a reproducir añadas específicas cuando sea posible.
La teledetección basada en UAV con la cámara RedEdge de la serie MicaSense aumenta significativamente la fiabilidad de los mapas de cultivos elaborados por AgroMapping. Unos datos fiables facilitan una interpretación más precisa de los mapas y, por tanto, una gestión más exacta de los cultivos.
El flujo de trabajo debe comenzar siempre con la determinación de los requisitos del productor, ya que esto conduce a la selección del sensor y el plan de vuelo adecuados. A continuación, este proceso sólo puede tener éxito si se trabaja con vehículos aéreos no tripulados y sensores de calidad que garanticen la repetibilidad de los datos, y con asesores agronómicos perspicaces que puedan ayudar a convertir los datos en información procesable. Conseguirlo es clave para satisfacer las elevadas exigencias de los vinicultores.
Inscríbase para recibir actualizaciones directamente en su buzón de entrada.
