Share | 05/04/2020
Introducido por primera vez en Chile a mediados de la década de 1980, el cultivo de arándanos ha experimentado un crecimiento exponencial en todo el país debido a la creciente demanda mundial de este cultivo. Sin embargo, el cultivo de arándanos en Chile se ha vuelto cada vez más difícil debido a episodios de sequía más largos y frecuentes.
Debido a su sistema radicular superficial, los arbustos de arándanos requieren una distribución adecuada del agua dentro del suelo, lo que significa que los agricultores deben garantizar un riego adecuado en todo momento. Por ello, los gestores agrícolas y los cultivadores de Chile están probando nuevas tecnologías para gestionar mejor el uso del agua durante los periodos secos. Uno de ellos es nutriGIS, proveedor de servicios agrícolas. En un esfuerzo por monitorizar mejor el consumo de agua de sus campos de arándanos, capturaron imágenes con la serie Altum de MicaSense y utilizaron un índice especializado para analizar los datos.
nutriGIS eligió el sensor MicaSense serie Altum 3 en 1 (térmico, multiespectral, compuesto RGB) porque no sólo proporcionó al equipo información sobre la salud general del cultivo, sino que también les permitió cartografiar la temperatura del dosel de todo el campo de arándanos, revelando sectores con signos de estrés hídrico.
Con el objetivo de diagnosticar -mediante termografía- sectores con altos y bajos signos de estrés hídrico, nutriGIS mapeó un campo de 1,2 hectáreas con un sistema de riego por goteo.
A través de la temperatura del dosel obtenida con la serie MicaSense Altum, nutriGIS calculó el índice CWSI (Crop Water Stress Index) del campo.
La temperatura es un indicador muy importante a la hora de evaluar el estrés en los cultivos. A temperaturas más elevadas, las plantas cierran sus estomas para evitar la pérdida de agua cuando las condiciones hídricas son escasas y las plantas sufren una grave sequía. Sin embargo, esto, a su vez, hace que la temperatura de la planta aumente debido al escaso intercambio de gases, lo que ralentiza la estabilidad térmica en las hojas.
Entre otros factores, el estrés hídrico también puede deberse a la retención de humedad a nivel radical y a la compactación del suelo. Así pues, es necesario tomar muestras del suelo para obtener un diagnóstico preciso y diseñar un plan de riego adecuado.
Los resultados fueron concluyentes: el uso de un dron equipado con la serie MicaSense Altum permitió al equipo monitorizar todas las plantas del campo en un solo vuelo, destacando y geolocalizando las zonas de mayor estrés.
El equipo también confirmó que la temperatura del dosel tiene una relación directa con el vigor del cultivo, ya que los arbustos menos vigorosos también presentaban el mayor estrés hídrico, como muestran los mapas CWSI, NDVI y NDRE.
“Con el uso de una potente herramienta como la MicaSense serie Altum, fue posible avanzar en el laboreo profundo para perder y romper el suelo compactado en zonas de alto estrés hídrico, además de la aplicación de materia orgánica para favorecer las condiciones de crecimiento.”
El uso de un sensor térmico y multiespectral demostró ser una solución integrada para apoyar la sostenibilidad medioambiental y, al mismo tiempo, controlar los problemas avanzados del agua, ayudando a que se absorba y no se desperdicie, así como a evitar el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados.
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